En 1957, la Hermandad Diocesana de Sacristanes, Organistas y Servidores Seglares de la Iglesia, con sede en Ávila, organiza la primera Asamblea Nacional de Sacristanes, Organistas y Servidores Seglares de la Iglesia de España, con dos objetivos, el primero “Estudiar de propósito, con verdadero interés, el modo de dignificar y elevar bajo todos los aspectos su noble profesión.” El segundo, “la Asamblea habrá de deliberar sobre si ha llegado el momento de dar carácter y rango NACIONAL,- y unir entre sí con algún vínculo jurídico-, a esas Hermandades Diocesanas, hasta ahora dispersas, que, con laudable celo y desinterés, han llevado hasta ahora la voz de los profesionales servidores del templo, y han editado la revista LAUDATE”.
Este movimiento tuvo por objeto buscar soluciones al problema del colectivo, abarcando lo religioso, profesional y económico.


De mayor interés para organistas, fueron las ponencias:
“La formación técnico-profesional del servidor de la Iglesia”, realizada el 27 de septiembre de 1957, por el Rvdo. Sr. D. Celso Sastre Prieto, Organista de la Catedral de Segovia y Consiliario de aquella Hermandad. Los puntos a tratar fueron:
- Causas y dificultades del problema
- Necesidad de esta formación
- Estado actual del problema
- Diferencias entre las capitales y los pueblos
- Formación teórica en el órgano y el armonium
- El canto gregoriano, figurado y polifónico
- Las escolanías
- La ignorancia
- Las improvisaciones en el canto y en el órgano
- Las concesiones ridículas y sin sentido
- Los defectos leyes
- El mal entendido amor propio
- El exclusivismo
“Soluciones al problema técnico-profesional”, realizada el 27 de septiembre de 1957, por M. I. Sr. D. Manuel Gil Esteban, Canónigo de la S. I. Catedral de Madrid. Los puntos a tratar fueron:
- Necesidad de una solución:
- Por la dignidad de la Liturgia
- Por la dignificación de la profesión
- Selección de personas dignas y competentes
- Conveniencia de manuales de Liturgia, obligatorios para todas las parroquias
- Corrección de defectos y costumbres contrarias a las normas litúrgicas
- Formación mínima litúrgica y musical para el ejercicio del cargo
- Educación de la voz
- Repertorios
- Espíritu de colaboración
- Participación del pueblo en los cánticos, según la mente del Sumo Pontífice
A modo de conclusión, extraigo tres puntos que resultan de interés:
- Es curioso observar como algunas de estas cuestiones tratadas hace casi 70 años, siguen estando de actualidad.
- También resulta interesante ver la forma en la que se asociaba el colectivo, Hermandad Diocesana.
- Como se extiende hasta mediados del siglo XX, la figura del sacristán-organista.
Sobre la figura del sacristán-organista, es muy recomendable la lectura de Sáiz Virumbrales, J., “Patrimonio inmaterial: la figura del sacristán organista rural castellano a principios del siglo XX desde el texto «Humorísticos comentarios sobre el Motu Proprio de Pío X»”, NASSARRE, vol. 34, 2018, pp. 147-189, fecha de consulta 23 octubre 2021, en https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/37/78/06saiz.pdf.